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domingo, 8 de mayo de 2016

Martina, una bruja con glamur


¿Puede un sueño hacerse realidad? ¿Puede la realidad resultar siendo un sueño?

Un día, como tantos otros, me encontraba haciendo garabatos en un trozo de papel. Mis trazos suelen terminar transformados en muñecas en las que predomina toda la dulzura que soy capaz de transmitirles con cuatro rallas sin orden ni concierto.

Aquel día la muñequita que acababa de esbozar tenía pelo rizado, una flor en la mano, y se llamaba Martina. No preguntéis por qué elegí ese nombre. Simplemente ella tenía cara de Martina y estaba llamada a jugar un papel importante en algo. ¿En qué? Aun no lo sabía. No había historia para una niña pelirroja (algo más se iba conociendo,  Martina era pelirroja) en mente… Por lo pronto ese papel pasó a mi scanner y de allí al PC. Abrí un programa de retoque y comencé, con la imprecisión que da el ratón,  a jugar con Martina.




En algún lugar de mi ordenador tengo guardadas varias historias para  niños,  y una de ellas pedía a gritos salir a la luz. Se trataba de una brujita inconformista y (¿casualidad?) con aspecto dulce, pelo rizado y pelirroja.
Entonces el dibujo de la niña perdió su flor y ganó un sombrero,  una capa de bruja y una brocha… ¿Para qué?
La historia  olvidada ahora tenía su personaje y mi muñequita tenía su historia.
 Ha pasado el tiempo. Ha habido muchos vaivenes. He caído y me he levantado.  El miedo y la incertidumbre como compañeros de viaje me llenaron de dudas y temores. Pero hoy, con orgullo y alegría, os comunico que Martina  ya está entre nosotros.

 


Montse

lunes, 19 de enero de 2015

Apagué la luz


Hacía tiempo que no me sentía tan orgullosa… 
Un “mío” que es muy vuestro. Un “vosotros” que también soy yo. 
Gracias Charca por esta oportunidad. Todos somos noveles, pero las ganas y el buen hacer no nos falta. 

Nuestro primer libro conjunto.

Veinticinco relatos con un comienzo común: “Apagué la luz”. 

El trabajo siempre tiene su recompensa, y aquí está la mía. 
Para mí era un deber compartir mi entusiasmo. 
Un abrazo a todos los que me habéis apoyado para que crea que YO podía estar ahí.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Tabernas, un desierto al alcance de mi mano...


¡Alucinante! Quise guardarlo como algo cercano y, ¿qué mejor lugar que mi blog, en el que guardo tantos retazos? Si alguien quiere verlo, adelante. Si no, el objetivo es tenerlo a mano para disfrutarlo una y mil veces.

Si me acompañas pulsa aquí

Un abrazo a todos



domingo, 12 de octubre de 2014

Amanece



Queridos amigos:
Algunos habréis notado que mi regreso no ha sido tan “verdadero” como fue mi intención cuando decidí  volver. Hay un motivo de peso que quiero compartir con todos vosotros. He recibido una invitación para formar parte de un grupo de “ranas” en una bella “charca” literaria. Aun sabiendo que tendría que trabajar duro, acepté y ahora quiero estar a la altura del resto de los “batracios” y no defraudar a quien me abrió las puertas a un paisaje que es privilegio tan solo de unos pocos. Esto se traduce en dedicación casi exclusiva del tiempo que antes repartía entre blog (visitas a los vuestros y mantenimiento del mío) y demás tareas.  El último reto es la publicación de un libro de relatos conjunto bajo premisa común. Lo que requiere disciplina, correcciones (a lo que cada uno aporta su granito de arena), y en una palabra: COOPERACIÓN. Y esto no acaba aquí. Después vendrán infinidad de eventos y proyectos de los que quiero formar parte. En un momento en el que las cuatro paredes de mi casa me caían encima, he visto una ventana por la que entra la luz, y quiero aprovechar las vistas. Sé que me entendéis.  
No es un adiós. Es simplemente un ¡hasta pronto! Casi todos tenéis mi dirección de Email o mi Facebook, y por supuesto por aquí también podéis localizarme. Os envío un fortísimo abrazo de esos que tanto me gustan.

¡Nos vemos!

jueves, 2 de octubre de 2014

Una bonita leccion




Temprano por la mañana en uno de mis paseos al lado del mar.
Era un día cualquiera de los que sigue a “la movida veraniega”. No pude evitar el notar con dolor, como  la sufrida playa se veía plagada de restos abandonados por deshumanizados entes que la noche anterior celebraron  sus botellones o bacanales reuniones sobre la indefensa arena. En aquel momento me percaté de que un anciano con pinta de extranjero, cargado con cuatro sillas y dos sombrillas,  se acercaba con esfuerzo a la orilla. Me detuve a observar porque la escena me atrapó. Era muy mayor para tanto peso… Elegido ya el lugar en donde montar “el campamento” soltó con esfuerzo su carga. Una por una desplegó las sillas y después hizo lo mismo con las sombrillas. Cuando terminó miró a su alrededor y viendo las basuras se acercó y comenzó a recogerlas. Dos botellas de agua, un viejo y raído sombrero de paja, una botella verde de algún refresco y dos o tres bolsas de aperitivos vacías. Con todo esto en sus brazos se dirigió hacia la papelera, a solo unos metros,  y depositó lo que llevaba con cuidado. Entonces, con una lección aprendida, proseguí mi marcha.
A la vuelta, él y su mujer y otra pareja, descansaban relajados.
Gracias a personas como está el mundo sigue siendo habitable.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Thewebfoto















Fui valiente  el fin de semana pasado y me atreví, por fin, a sacar de su funda esa bonita cámara que me trajeron los reyes. Hasta ahora lo único que había hecho con ella, y no sin esfuerzo, fue ponerle tarjeta y batería y ajustarle la correa. No tengo palabras para describir lo ameno y didáctico del curso, y pese a mis limitaciones aprendí como dijo el profesor, Jesús Rodríguez, más de lo que yo creo.  Os dejo el enlace para que echéis un vistazo y la foto del grupo. 

En cuanto empiece a plasmar algo interesante, lo compartiré. Prometido.





lunes, 22 de septiembre de 2014

El regreso






Por fin regresé.
  Gracias a todos los que pese a mi ausencia habéis pasado por aquí a interesaros por mí. La verdad es que el verano ha sido largo (suele pasar que lo que no te gusta se hace eterno, y lo que disfrutas parece acabar siempre demasiado pronto) y he tenido tiempo de pensar y sobre todo de aprender:
He aprendido que por mucho decir ¡Qué calor!, la temperatura no baja; y que por mucho que repitas que el verano no te gusta, el otoño no llega…
He aprendido a distinguir lo que es “disfrutar” de la compañía y lo que es “sufrir” una compañía…
He aprendido a llorar sin lágrimas, y a sentir la soledad del que no vive solo…
He aprendido a hablar con el silencio y a escuchar en silencio mis propios diálogos…
He aprendido a soñar sabiendo que un sueño casi siempre desaparece al despertar…


En fin, que el verano por fin va desapareciendo y eso...
 ¡ME ENCANTA!


jueves, 26 de junio de 2014

¡Feliz Verano!



Amigos, como ya habréis notado mi presencia por aquí es prácticamente nula. El verano es lo que tiene. Mi tiempo para el blog queda atrapado en otros menesteres de mi trabajo de madre de familia y las obligaciones de una y otra índole me atosigan. Ahora mi teclado es la sartén y mis pensamientos versan principalmente sobre qué cocinar y qué comprar para satisfacer un número de comensales siempre por determinar a última hora. Jugaré al escondite, asomaré la cabeza de vez en cuando y echaré un vistazo. Esto es un HASTA LUEGO.
Os deseo a todos un bello y feliz verano y ya sabéis como dar conmigo. ¡¡Ahh!! ¡Si alguno pasa por aquí, que avise, que si algo bueno tiene para mi  esta época del año son las cervecillas y me encantaría compartir una con cada uno de vosotros. ¡Yo pongo el chiringuito!

¡¡Un abrazo y a descansar!!


lunes, 16 de junio de 2014

Historias de familia


 
Perdonad mi ausencia de estos días. Os diría que ya llegó el calor, las vacaciones  de los colegios están a la vuelta de la esquina  y se acerca este periodo del año en el que todos en casa descansan menos yo, que trabajo el doble y con el mínimo de energía. Pero no, esta no es la excusa. La verdad es que participé en un certamen con un relatillo y quedé enganchada completamente a votaciones  y comentarios. No es el hecho de haber participado o escrito algo, eso lo hago a menudo, esto va más allá. El tema obligado era:“Historias de familia” y he disfrutado un montón con los relatos que he ido leyendo y valorando, no por la calidad literaria, sino más bien por su componente sentimental.  Creo que no me equivoco si aseguro que un gran porcentaje de los textos estaban basados en episodios personales de tanta gente que impresiona comprobar cómo el humano necesita interacción y disfruta compartiendo vivencias que forman parte de su vida más recóndita. Hay relatos sobre hijos, padres, abuelos, tíos; sobre familias de emigrantes, episodios alegres y tristes... Bueno, que para mí esto ha supuesto una grata experiencia y cada ratillo  de que disponía me dedicaba a leer alguno de los relatos y a comentarlo.

No tardaré en cerrar el chiringuito por “vacaciones de verano”, pero antes prometo despedirme.

Os dejo el enlace al certamen por si a alguien le gusta leer, pero ¡OJO! ¡ENGANCHA!
http://www.clubdeescritura.com/convocatoria/ver/historias-familia-uno

Y mi relato:
http://www.clubdeescritura.com/convocatoria/ver/historias-familia-uno/3086

 

sábado, 7 de junio de 2014

Tantas historias que sin nacer mueren...


Esta noche he dormido fatal. Los perros no paraban de ladrar y como ha sido la primera vez que hemos dejado la ventana abierta los ladridos no me dejaban conciliar el sueño por lo que, como suele pasar a menudo, he comenzado a inventar historias utilizando solamente mi pensamiento. 
Es una pena. Luego al despertar ya no me acuerdo...



               Tantas historias que sin nacer mueren…

En mitad de la noche, cuando todo y todos duermen,
Mi mente despierta y lozana
Comienza a dictarme muy fuerte.

Quiere que escriba pensamientos profundos,
Frases ardientes, toda clase de ideas…
Las palabras se pierden.

Total anarquía, letras  sin orden,
Secuencias sin forma, historias que existen,
Pero sin nacer, ¡mueren!...

El papel descansa,  la pluma a su lado, inerte.
La oscuridad me envuelve…
Y mañana con la luz, quizás  ya no recuerde.

Si pudiera guardarlas dentro de la mente.
Abrir el cajón  al día siguiente  y recuperarlas.
Plasmar  al  papel, con tinta indeleble,
Quizás entonces, y solo entonces…
¡Seguirían presentes!

PD. Por cierto, los perros habían estado de cacería y se habían cargado... Mejor no lo cuento.